¡Le estoy
permitiendo a la vida negarme sus placeres!, exclamé. La dama me correspondió
acomodándose el cabello a un lado; yo estaba perturbado por su sonrisa. Las proporciones de sus labios reflejaban
su voracidad al besar; me lo demostró. Caminamos juntos de la mano; después,
experimenté la gloria de vivir y morir al mismo tiempo, cuando irremediablemente
enloquecido me perdí en la profundidad de sus pupilas dilatadas.
Accidental......Raúl Clavero Blázquez*
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*Finalista del **V* *Concurso Internacional **“**Litteratura**”** de Relato*
Foto: *Shutterstock* Llueve.
Hace ya varios días que, al otro lado de la ...
2 settimane fa
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